Nació un 27 de abril de 1977 en Caracas, lo caracteriza su humildad y sencillez. De los lanzadores de los Leones con al menos 200 innings lanzados es segundo en efectividad con 2.38
Pitcher derecho de los Leones
La última temporada que Órber Moreno vio acción en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional fue la 2012-2013 con los Leones del Caracas, donde ganó dos encuentros, permitió siete carreras en 5.2 entradas y dejando una altísima efectividad de 11,12.
Ha estado ausente del diamante por las lesiones. Constantes a lo largo de su carrera y afectaron su permanencia en el mejor béisbol del mundo. La primera que lo alejó del terreno fue la del codo en el año 2000, que lo hizo ingresar al quirófano y someterse a la Tommy Jonh.
Luego en el 2002 se lesiona nuevamente pero esta vez del hombro. A mitad del 2004 en su mejor año en Grandes Ligas con los Mets, se lastima nuevamente el hombro en una práctica de bateo haciendo swing y es intervenido por tercera vez.
“Esas lesiones me hicieron crecer mucho, porque cuando tu estas lesionado te das cuenta que eres tú contra esa lesión, que si tu no trabajas tú no vuelves, si no eres perseverante, si no tienes constancia y sino le tienes amor al juego no vas a estar bien nunca”.
La más reciente ocurrió en el 2013, otra vez en el hombro y el 5 de abril de 2014 se operó de un desgarre en el musculo infraespinoso. Actualmente se encuentra realizando su rehabilitación. “En febrero comienzo a soltar el brazo, así ponerme la tarea de volver al béisbol y jugar la Liga Bolivariana”.
Moreno añadió: “me encantaría retirarme lanzando y no por el otro lado que hay molestias, pero no puedo contra eso. Yo sigo batallando, hasta mediados de año me entero si puedo seguir lanzando o no. Quiero que ese 42 se vea nuevamente en la lomita”.
En los últimos meses se ha dedicado a los ejercicios. Hace nueve meses abrió en La Morita, San Antonio de Los Altos un centro de preparación física para atletas de alta competencia. Comentó:” 70% de los venezolanos firmados cuando llegan a la Clase A ya tienen una operación, entonces mi intención es prepararlos físicamente y sembrarles un hábito de un buen trabajo. Enseñarles los puntos claves que debe tener cada jugador, que debe prepararse fortalece, para evitar lesiones y así puedan rendir al máximo en su trabajo”.
Trabaja de lunes a viernes a partir de las 7:30 a 9:30 de la mañana con un grupo de jóvenes, que pertenecen unos a la academia de Andrés Mújica y otros a la de Iván Suárez.También vienen jugadores ya establecidos como Víctor Garate. “Hacemos trabajo con TRX, trabajos funcionales, hacemos velocidad y explosión, trabajos que se parezcan a los que ellos hacen”.
“De verdad que esto me apasiona. Yo quiero ser coach, enseñar; pero esto me mata. Primero estoy cerca de mi casa y en la tardes tengo tiempo para mis hijos”.
Inicios en el béisbol
Moreno inicio su camino en la pelota a la edad de cuatro años en San Antonio de Los Altos, en la escuela fundada por José Félix Ribas, donde jugó hasta la categoría pre infantil primer año. Luego sus padres lo llevaron a Caracas para jugar en la Liga Criollitos, la Leoncio Martínez con el equipo Gramoven, jugando hasta la categoría junior.
“Yo no tenía idea de lo que era el béisbol profesional como tal, yo pensaba que después de Doble A venían los Leones del Caracas o Magallanes, cualquiera de esos”, comentó Moreno y continuó diciendo que el conocimiento que tenía era porque veía los juegos de los Cachorros de Chicago y un álbum de barajitas que tenía su padre.
En una caimanera en San Antonio un amigo lo invitó a que bajará a la academia de los Orioles de Baltimore en Cúa, y es ahí donde lo chequean. “Arturo Sánchez me preguntaba qué era yo y le dije que era tercera base, campocorto y lanzador. Me dijo ponte a lanzar, era la primera vez que me veían como profesional. También me estaba viendo la organización de los Marlins, pero yo no sabía”.
En el año 1993 asiste con un amigo a un try out de los Reales de Kansas City en Fuerte Tiuna. “Cuando me tocó lancé dos innings, ponche a cinco bateadores y me dieron un fly al jardín izquierdo. Nos reunieron y nos notificaron que iban a elegir a seis, entre ellos estábamos mi amigo y yo. Nos invitaron a otro try out donde invitaron a dos más, al final eligieron a dos que fuimos mi amigo y yo”. Su carrera como profesional inició en el 94.
La travesía por Ligas Menores está llena de sacrificios, abandonar a la familia, pasar hambre, viajar en autobús 16 horas, dormir en una habitación de un hotel con dos persona, levantarse temprano, perder tiempo de calidad con tus seres queridos y vivir el racismo.
“Cuando estuve en Clase A media me tocó vivir por aproximadamente dos meses y medio en el club house porque no tenía casa, le habían conseguido a todos menos a mí. Dependía de un sobre de metrix que nos daban, de proteína o de perros calientes”.
El 25 de mayo del 1999 debutó en el “Big Show” con Kansas City. Calificó ese momento como emocionante e indescriptible.
Un sueño cumplido firmar con Leones
En el año 1996 inició su carrera en la LVBP con los Leones del Caracas. “Graciano Ravelo me llevó a hablar con Oscar Prieto, me firmaron sin verme ni nada. Estuve arriba desde el inicio, no fui a la paralela”. Moreno añadió: “Jugar con los Leones es lo máximo, firmar con ellos me llenó más que con Kansas City”.
El derecho ha estado con los capitalinos desde el 96 hasta el 2012 como pelotero activo comentó que en los últimos dos años ha estado pero como espectador por la lesión.
Confiesa que no fue fácil ver por lo que estaba pasando el equipo está temporada y no poder ayudar como lanzador. “Me tocó darles ánimos y enseñar a los más jóvenes”.